Las etapas del embarazo: antes, durante y después
¿Qué ocurre exactamente durante los nueve meses de embarazo? Hay cambios físicos y variaciones hormonales, pero también citas médicas, trámites y una nueva habitación que preparar.
Las etapas del embarazo: antes, durante y después
¿Qué ocurre exactamente durante los nueve meses de embarazo? Hay cambios físicos y variaciones hormonales, pero también citas médicas, trámites y una nueva habitación que preparar.
Deseo tener un hijo...
Este es el momento de interrumpir todo tipo de anticoncepción. Para optimizar tus posibilidades de concebir, lo mejor es que conozcas tu ciclo: la fecha de ovulación varía, pero teóricamente se produce en la mitad del ciclo, entre el día 10 y el 20. Una vez que el ovario libera el óvulo, éste tiene una vida de 12 a 24 horas, mientras que los espermatozoides sobreviven de tres a cinco días en el cuello del útero.
Por tanto, el periodo fértil comienza cuatro días antes de la ovulación y termina 24 horas después de la expulsión del óvulo. Si tu ciclo es perfectamente regular y dura 28 días, la ventana de oportunidad ideal para la procreación está entre el día 10 y el 15.
Hay varios síntomas que permiten reconocer la ovulación: pechos dolorosos, moco cervical con textura de clara de huevo, dolor en el lado del ovario que está trabajando... También existen pruebas de fertilidad que permiten saber exactamente cuándo se está ovulando.
Si tienes dificultades para quedarte embarazada, un médico especializado en reproducción puede ayudarte y aconsejarte sobre tu enfoque. Lo mejor es esperar unos diez días después del periodo de fecundación antes de realizar una prueba de embarazo: las hormonas características del embarazo no son detectables inmediatamente.
Hurra, estoy embarazada
La prueba de embarazo es positiva: tu óvulo se ha encontrado con el esperma de tu pareja. Pide cita con tu médico para que un análisis de sangre confirme la noticia. ¿Va todo bien? Esto es lo que te espera en los próximos nueve meses. Mientras tanto, olvídate del alcohol y del tabaco, pero también de la automedicación: a partir de ahora, tendrás que pedir consejo a tu médico antes de tomar cualquier medicamento.
Mes 1
Ya se pueden sentir algunos efectos: senos tensos y/o hinchados, náuseas, estado de ánimo variable... Es posible tener una ligera pérdida de sangre, que suele coincidir con la implantación del óvulo en el cuello del útero. También puede producirse una "menstruación de aniversario" en la fecha de la regla. Una braguita absorbente de cintura alta, hasta que tu vientre empiece a redondearse, te permite anticiparte a estos pequeños inconvenientes sin comprometer tu comodidad. No obstante, si te preocupa el sangrado, pide siempre consejo a tu médico.
Al final del primer mes, teóricamente estás en las seis semanas de amenorrea: esto significa que han pasado seis semanas desde el inicio de tu última regla. Estas semanas de amenorrea se denominan "SA" y se utilizan para determinar el grado de avance del embarazo.
Mes 2
Se pueden sentir los signos característicos del embarazo: náuseas, cambios de humor, fatiga... Puede tener las piernas pesadas y sentir la necesidad de orinar con más frecuencia. También es frecuente el flujo blanco, más abundante de lo habitual.
Durante el embarazo, deberá acudir a siete visitas prenatales (cubiertas por la Seguridad Social) a su ginecólogo o matrona. La primera de estas visitas debe tener lugar durante el primer trimestre, antes de la semana 15 de embarazo. Será la ocasión de realizar algunas pruebas, para comprobar que el óvulo está bien implantado, pero también para declarar el embarazo.
Ya puedes pensar en la elección de la maternidad en la que quieres dar a luz, así como en una plaza en una guardería o en una niñera. La inscripción en una maternidad suele hacerse más tarde, pero dependiendo del establecimiento, puede que te pongan en una lista de espera.
Mes 3
Los síntomas del embarazo que has experimentado hasta este momento van disminuyendo poco a poco. Es durante este tercer mes, entre la 11ª y la 13ª semana de amenorrea, cuando tendrá lugar la primera ecografía. Nos permite asegurarnos de que el bebé se desarrolla con normalidad, examinar sus órganos y escuchar su corazón. Esta primera ecografía también servirá para datar el embarazo y darte la fecha prevista de parto.
Hay cambios en la dieta: se recomienda encarecidamente eliminar de la dieta durante el embarazo los embutidos, la carne cruda, los productos lácteos, incluidos los quesos blandos, las verduras, el marisco y el pescado crudo. Se sabe que estos alimentos causan listeriosis, una infección que puede tener graves consecuencias en el embarazo. Si no eres inmune a la toxoplasmosis, es aconsejable que cocines tus carnes y laves bien las frutas y verduras.
Es durante este mes cuando puedes notificar a tu empresa tu embarazo y tu próxima baja por maternidad.
Mes 4
El vientre se redondea, los pechos se hinchan y el útero, que ocupa cada vez más espacio, puede causar dolor. El tránsito se ve alterado, la necesidad de orinar se hace más frecuente y pueden aparecer estrías.
Vuelve al médico que sigue tu embarazo para la visita del cuarto mes: te examinará y medirá la altura del útero para conocer el crecimiento del bebé y de la placenta, así como la cantidad de líquido amniótico.
Puedes empezar a adaptar tu vestuario a tu curvatura: por ejemplo, los pantalones cortos de la ropa interior serán más adecuados para un vientre redondo, al tiempo que te protegen de las secreciones blancas o de las hemorragias durante la menstruación.
Puedes pedir cita para la entrevista prenatal temprana. Esta visita, que no está incluida en las siete consultas médicas obligatorias, se recomienda (y es reembolsada por el Seguro de Enfermedad). Es un momento de conversación e información, a solas o en pareja, para preparar a los futuros padres para el nacimiento y la paternidad. Es el momento de expresar tus posibles miedos, dificultades o necesidades. También es el momento ideal para pensar en inscribirse en los cursos de preparación al parto.
Mes 5
Es el momento de volver a tu ginecólogo o matrona para las preguntas y pruebas habituales, y para escuchar el corazón de tu bebé... que empiezas a sentir que se mueve. Este quinto mes es el de la segunda ecografía, llamada morfológica, que se hace entre la semana 22 y 24 de amenorrea. El médico toma medidas y analiza los órganos del bebé: puedes averiguar su sexo si lo deseas.
Mes 6
El útero está ahora por encima del ombligo y se empieza a notar el peso del vientre. Entre las molestias, puedes sentir pequeñas contracciones irregulares, desarrollar hemorroides y tener dificultades para dormir... Minimiza tus esfuerzos y no dudes en realizar una actividad física suave como caminar, nadar o hacer yoga.
En la agenda de la cuarta cita prenatal: pruebas, un examen obstétrico y, como es habitual, la medición de la altura del útero. Para anticipar la llegada del bebé, puedes empezar a comprar una habitación, material, ropa...
Si tú y tu pareja no estáis casados, tendrá que ir al ayuntamiento a reconocer al niño, ya sea antes o después de su nacimiento. Para un reconocimiento anticipado, puedes hacer ahora una declaración al estado civil.
Mes 7
El bebé mide más de 30 centímetros y pesa más de un kilo. Cada vez ocupa más espacio en el útero y empieza a colocarse boca abajo para el gran día.
La quinta visita médica será la ocasión de preguntar por una posible baja médica prenatal: se trata de una baja de un máximo de dos semanas, antes de la baja por maternidad.
A partir del séptimo mes, tienes derecho a siete sesiones de preparación al parto y a la paternidad. Estas sesiones pueden ser individuales o colectivas y pueden realizarse con tu médico habitual.
Anticípate a la cuestión de la lactancia: ¿biberón o leche materna?
Mes 8
La posición sentada es cada vez más complicada, pero se ve el final. El programa de este mes incluye la sexta visita prenatal, pero también la última ecografía. La ecografía biométrica debe realizarse entre la semana 32 y la 36 de amenorrea. Permite asegurarse de que el bebé crece con normalidad, pero también comprobar la ubicación de la placenta, la posición del bebé, así como su tamaño y peso. También es una oportunidad para evaluar los riesgos de parto prematuro o de retraso en el crecimiento.
Pide una cita con un anestesista para preparar el parto. Esta consulta es obligatoria, incluso si no estás planeando una cesárea o una epidural. Te permitirá informarte sobre la anestesia y la epidural.
El permiso de maternidad, que comienza seis semanas antes del parto y continúa durante diez semanas después de la llegada del bebé, empieza este mes. Tu cónyuge puede hablar con su empresa sobre el permiso de paternidad.
También puede pensar en el pediatra que seguirá a su bebé.
Mes 9
Desde el punto de vista hormonal, el final del embarazo puede provocar náuseas y cansancio.
Última consulta médica antes del parto Después de la semana 37 de amenorrea, es el momento de comprobar la dilatación del cuello del útero, la tensión arterial y hacer las últimas pruebas con vistas al parto.
Prepárate: quédate cerca de la maternidad y prepara tu maleta.
Voy a dar a luz
Las contracciones están ahí, y se espacian a intervalos de unos diez minutos: es el momento de partir hacia la maternidad. En el lugar, los médicos proceden a algunas pruebas y miden la dilatación del cuello uterino. Mientras esperan que todas las señales sean verdes, te instalan en una sala de partos antes de ir a la sala de partos.
Mi hijo está aquí
Organizarse para la vuelta a casa
Tras unos días en la maternidad y de vuelta a casa con el bebé, todo tu ritmo de vida da un vuelco. Anticipa el stock de ropa (para el bebé, pero también para ti) y de pañales, para no tener que hacerlo con prisas. Y sobre todo, no escatimes esfuerzos.
El cuerpo después del parto
Por el lado del cuerpo, la barriga del embarazo sigue ahí, se notan las contracciones uterinas (llamadas trincheras), las hormonas del embarazo bajan y provocan la subida de la leche y el dolor de los pechos. También puedes tener alguna hemorragia o hemorroides, y si te han hecho una episiotomía o una cesárea, la operación tarda en curarse. Por término medio, se tarda un año en recuperar el cuerpo de antes del embarazo.
El periné, que se pone a prueba durante el embarazo, puede requerir algunas sesiones de reeducación, que se llevan a cabo con una comadrona o un fisioterapeuta. Un periné menos tonificado es sinónimo de incontinencia urinaria, pero también de una disminución de la sensibilidad durante las relaciones sexuales. En el caso de la incontinencia urinaria, puedes comprar compresas o toallas absorbentes lavables o desechables (también reutilizables o no) para mayor comodidad.
Postparto
No descuides el posparto: entre el trastorno físico y hormonal, el dolor, la falta de información a la que se enfrentan muchos padres y una cierta soledad tras el parto, la depresión puede aparecer en los meses siguientes al nacimiento.
Por ello, es fundamental rodearse de las personas cercanas y hablar de ello con los profesionales. Este examen, que también se reembolsa, debe realizarse entre la sexta y la octava semana después del parto. Puede realizarlo tu médico o una matrona, en casa, y puede responder a tus preguntas: nutrición, posparto, baby blues, cambios corporales, sexualidad, etc.
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