Aliviar naturalmente el dolor asociado con el embarazo
El cuerpo femenino está bellamente diseñado para adaptarse naturalmente al ser que crece en él, para darle cabida. Esto no evita que se produzcan algunas molestias y dolores, tanto musculares como articulares, durante todo el embarazo.
Aliviar naturalmente el dolor asociado con el embarazo
El cuerpo femenino está bellamente diseñado para adaptarse naturalmente al ser que crece en él, para darle cabida. Esto no evita que se produzcan algunas molestias y dolores, tanto musculares como articulares, durante todo el embarazo.
Dolor en la sínfisis púbica
La sínfisis púbica es la articulación de la pelvis que conecta los dos huesos del pubis. Normalmente, esta unión no es muy móvil, pero una vez embarazada, el cuerpo secreta relaxina, una hormona que actúa sobre los ligamentos y los relaja para facilitar el paso del bebé hacia la pelvis.
Cuando la sínfisis púbica falla, la osteopatía puede realinear suavemente esta articulación. La relajación de los músculos aductores (conectados a la sínfisis púbica) también permitirá una mejor mecánica de esta articulación.
El masaje y el uso del calor son buenas herramientas para la relajación muscular. Si la sínfisis púbica es demasiado móvil y causa mucho dolor al moverse, el uso de una bufanda grande que se tensa en las caderas puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor y estabilizar la pelvis.
Dolor de costillas y espalda
El bebé crece cada vez más, imponiendo una adaptación constante en la espalda y en la caja torácica. Las costillas a menudo se vuelven dolorosas, especialmente cuando el bebé se mueve. Para mantener una buena movilidad de las costillas, los ejercicios de respiración profunda ayudarán a relajarse y a abrir la caja torácica sin riesgo de lesión.
Simplemente inhale profundamente inflando el vientre y luego dejando que la respiración pase al pecho y exhalando desinflando el vientre. Para aliviar el dolor de espalda y aliviar la presión sobre la pelvis y las vértebras, la madre también puede sentarse en una pelota de ejercicio. Además de aliviar el dolor causado por el peso del bebé, también ayuda a tonificar el suelo pélvico, fortalecer los músculos abdominales y relajar la sínfisis púbica y sacroilíaca (articulación pélvica de las caderas).
Sin embargo, tenga cuidado de evitar movimientos muy amplios, especialmente si sus articulaciones son demasiado inestables.
Calambres en las piernas
Los calambres en las piernas son comunes en las mujeres embarazadas. Una dieta equilibrada es, por supuesto, esencial en primer lugar. El masaje también puede aliviar eficazmente los calambres. Para ello, un aceite neutro, como el de coco o el de almendra dulce, es un buen aliado además de hidratar profundamente la piel.
Estos calambres se pueden aliviar tomando calcio y magnesio adicionales. Tomar lactato de calcio y citrato de magnesio antes de acostarse a menudo resuelve el problema.
Dolor en el nervio ciático
El dolor de cadera es bastante común en las mujeres embarazadas. El nervio ciático, que pasa por la parte baja de la espalda, la cadera y toda la pierna, a menudo tiende a incendiarse. Esta condición puede deberse a una mala posición en las vértebras lumbares o a una pelvis mal posicionada, por ejemplo.
Un profesional de la salud (quiropráctico, osteópata, fisioterapeuta, etc.) puede evaluar mejor la situación y corregir la obstrucción si es necesario. Es importante mantener una buena postura y evitar levantar cargas pesadas.
El bebé cambia el centro de gravedad de la madre, lo que supone una gran carga para las vértebras lumbares.
Otras soluciones naturales
Considere tomar vitamina D, omega 3 y magnesio. La vitamina D es esencial para la buena salud de los huesos y las articulaciones y ayuda a absorber el calcio, un nutriente esencial para el desarrollo del bebé.
El magnesio es un nutriente para agregar a su dieta (elija un citrato o un bisglicinato). Permite la relajación muscular, calma la ansiedad y promueve el tránsito intestinal de las mujeres embarazadas.
Por último, los omega 3 tienen propiedades antiinflamatorias y son grasas esenciales para el desarrollo del cerebro del bebé.
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